Para distribuir los bienes de una persona fallecida, haya realizado o no un testamento, debe iniciarse un proceso sucesorio. Lastimosamente, estos procesos solían durar mucho tiempo, lo que en algunos casos se traducía en una mayor onerosidad. Sin embargo, esos procesos que en su mayoría eran judiciales, hoy en día pueden ser conocidos en sede notarial, es decir, sin necesidad de recurrir a un juzgado civil, lo que hace posible que un proceso que duraba de tres años en adelante, hoy en día se puede realizar en tres meses.
Para conocer los procesos sucesorios en sede notarial se requiere que no haya menores ni incapaces interesados, así como la inexistencia de contención entre los posibles herederos. Si no se cumplieran esos requisitos el proceso tendría que conocerse en sede judicial.
Nuestra firma le brinda ambos servicios, sede judicial y sede notarial, tratando que los tiempos siempre sean los menores, cumplir la fiel voluntad de la persona fallecida, en caso de haber realizado un testamento, o bien, cumplir lo establecido por la Ley, en caso de la inexistencia de un testamento.
La experiencia es tal que, hace más de 10 años, nuestro fundador imparte lecciones de esta materia a nivel de posgrados.